Datos del Libro:
Autor: Osvaldo Víctor Fernández.
Año: 2019.
Editorial: Tahiel.
Ejemplar digital del autor.
Reseña:
ANTESALA (fragmentos)
Al comenzar el recorrido por sus páginas, vemos en algunos de sus poemas, sin pudor ni hojarasca inútil, que majestuosamente emite un grito desesperado que recuerda la idea del filósofo Heidegger de que el hombre ha sido “arrojado al mundo”, a lo que Kierkegaard agrega la angustia como sentimiento básico. Dice Osvaldo: “cómo suicidar la realidad/ que se mete debajo de las uñas de este momento/ a solas con nadie/”. Pero llega al libre albedrío y aparece el símbolo del Fénix: “y es la hora de volverse cenizas/ el destino aguarda/ una nueva historia./”
Al continuar la lectura vino a mi mente una frase de Filón de Alejandría que dice que la palabra unirá los bordes de un abismo inquebrantable. El autor de la obra que nos ocupa hace recorridos por diferentes vericuetos del alma; vemos que va de la desesperanza a la esperanza, cito: “y ese mar espeso pero con vida/ intenta despegarse de este valle de lágrimas/ inventar un azul/ mucho más azul/ mucho más cielo/”. Recorre la penumbra más oscura desde donde “los espectros de la muerte huyen despavoridos”/ hasta llevarnos hacia la luz.
Osvaldo acepta la muerte como parte de la vida; nos muestra la impotencia frente a todo lo que puede manejarnos, su soledad existencial y también aparece uno de los temores más arraigados en el ser humano: una sensación inquietante, de desasosiego frente a la probabilidad de que la eternidad no exista en el otro costado del mundo, que sólo exista la finitud. Expresa: “lo que me preocupa…/ es no poder continuar mi vuelo/ en viaje a la última estación/”.
Hay una mirada clara, penetrante en el momento de crear sus versos, lo que demuestra al lector la gran sensibilidad que hay en la base de su creación literaria. Entramos al interior de Osvaldo y recordamos la frase de Antonio Aliberti que dice que la tarea del poeta es cuidar los sueños, defender utopías y afirmar que todavía todo es posible. Por algo la primera parte del libro se titula “Infierno”, invitándonos a un viaje que pasa por el “Purgatorio” y concluye en el “Paraíso”.