Datos del Libro:
Autor: María Lydia Torti.
Editorial: El gran ángel.
Año: 2002.
Ilustración de tapa: Carlos Moreno.
Auspiciado por la Municipalidad de Cañuelas.
Ejemplar de la Biblioteca D. F. Sarmiento de Cañuelas.
Reseña:
Crónicas escritas sobre una idea original de Eduardo Américo Fernández.
Crónicas escritas basadas en los relatos orales de los memoriosos de Cañuelas, la Asociación Amigos del Pago, fuentes bibliográficas y en especial de orden periodístico.
A MODO DE PRESENTACIÓN
Cuando comencé a ver que en la larga mesa familiar quedaban cada vez más sillas vacías temí por la pérdida de toda aquella riqueza vivida por esos comensales, que hoy ya eran ausencia.
Y quise recordar la receta de la pasta de zapallo para los canapés y la había olvidado.
Y quise recordar cuántas gotas de agua de almendro se necesitaban para batir la crema enriquecedora del cutis y me di cuenta que nunca lo había preguntado.
Y quise contarles a mis hijas, los viajes en sulky a Uribelarrea, que realizaba diariamente la maestrita rural, María Angélica Guzzetti y no registré más que un solo episodio de aquellas hazañas.
Evidentemente había profundos baches en las secuencias de los sucesos pasados abiertos por el tiempo y la desmemoria.
¡La Historia de la Pequeña Historia de mi pueblo se había enterrado con el entierro de los protagonistas!
Por eso conformamos por iniciativa del señor Eduardo Fernández, el grupo «Los Amigos del Pago", con quienes reunidos semanalmente fuimos hilvanando recuerdos propios y ajenos.
Otros memoriosos se unieron con sus voces y así nació este libro: "Antiguas Crónicas Cañuelenses".
Aclaremos que aquí no se busca "la verdad de los hechos", porque dado que son instantáneas tomas de la memoria, a veces han sufrido cambios. Tal vez no en la sustancia del acontecimiento, sino en los detalles.
Me ha ocurrido que un mismo informante, en dos-días distintos me ha contado el mismo hecho de dos maneras diferentes. Pero no requerimos "exactitudes" cronológicas ni argumentales; todo se sumerge en la bruma de la leyenda y la ficción.
Además reflexionemos que nadie ve "un suceso" de la misma manera, porque en esa "mirada" entra la subjetividad del observador. Es lo que en literatura llamamos técnicamente "perspectiva múltiple".
No es el objetivo de este trabajo desmerecer o vilipendiar la memoria de algún personaje que ilustra estas páginas. Solamente se pretende "revivirlo" tal cual ha quedado grabado en las mentes de sus contemporáneos.
Es la herencia que el hombre recibió por medio de la oralidad, desde los tiempos tribales.
Los lectores hallarán mucha diferenciación en el estilo en que están escritos es tos relatos, donde se mezclan el tipo de habla de los decidores y el nivel de lengua de mis propias narraciones.
Se ha tratado de mantener la sencillez típica del que cuenta, con el rescate de sabrosos decires regionales, provincianos y campesinos. No se omitió el lenguaje desenfadado y picaresco, a veces hasta vulgar, pero que hace a la autenticidad. No obstante aparece la contaminación erudita que quiebra la uniformidad lingüística.
Los muchos pasajes de esta multiforme anamnesis vienen de muy lejos. A través de ellos vamos percibiendo gustos, tendencias, inquietudes, miedos y esperanzas de todo lo cual se nutre el folklore cañuelense.
Hasta no hace muchos años se tenía al folklore como una cosa baladí: cuento, guitarra, empanadas y vino.... Hoy se piensa que es una disciplina científica e inclusive allí donde la historia no penetra, el folklore despliega sus alas. Es la ciencia que encara el conocimiento de circunstancias populares: los yuyos para el curanderismo y la brujería, las costumbres, como las carreras cuadreras o la taba hasta la música, el canto y la poesía.
El folklore es lo que fue, lo que es y lo que será.
Estas "Antiguas Crónicas Cañuelenses" han nacido en la fuente de la verbalidad tradicional más auténtica de nuestro Pago Chico.