Pequeñas historias de la Plaza, el Cabildo y su gente.

Pequeñas historias de la Plaza, el Cabildo y su gente.

Datos del Libro:

Autores: Carlos Moreno y Leticia Maronese.

Imágenes: Carlos Moreno y Leticia Maronese.

Editorial: Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Año: 2001.

Ejemplar de la Biblioteca D. F. Sarmiento de Cañuelas

Reseña:

INTRODUCCIÓN

La ciudad como expresión cultural de una comunidad, es el resultado de muchas generaciones de trabajo, acumulación de distintos factores y también, a veces, de retrocesos. En el aspecto material, sus obras irán mostrando, en cuanto a la calidad y dimensión, las relaciones existentes tanto desde el punto de vista económico como social, entre los distintos habitantes y sus gruposde pertenencia. La ciudad se compone en su estructura básicamente de dos lugares: uno de uso, como las viviendas, y otro de dimensión social (con su contexto vinculante), como las calles, avenidas, sistemas de comunicación etc.

Entre los espacios de escala social se destacan las plazas, un lugar que desde su origen fue abierto, generalmente de libre acceso y convocante ante cualquier necesidad o expectativa (de muchos o de algunos). Estos lugares se han ido transformando con el tiempo hasta ser parcialmente reemplazados por otros cerrados y de acceso controlado, como mercados, estadios, shoppings. En América, luego de la conquista europea, las plazas adquieren un protagonismo muy fuerte, por su valor funcional y simbólico. Pese a ser un simple espacio apenas contenido por fachadas pobres o ricas, las plazas son el corazón de la trama urbana.

En nuestra ciudad, la Plaza Mayor fue por muchos años casi un descampado, pues los vecinos no tenían suficientes recursos para construirlos imponentes palacios que daban el marco escénico a México o Lima. Ese espacio de tierra y muchas veces de barro, fue suficiente para que los vecinos lo llenaran de vida en las mañanas del mercado con sus coloridos alimentos, con sus olores o los gritos de los vendedores. Allí se podían correr los "juegos de cañas" o armar un ruedo para la corrida de toros. En los años posteriores a la independencia fue el lugar de las alegres Fiestas mayas, una fiesta que homenajeaba a la Patria. También era el sitio elegido para las prácticas militares o el espacio para el Cabildo Abierto, al que se convocaba ante problemas de envergadura. Otras veces era el marco para ceremonias de una sociedad donde lo religioso era fundamental, ya fueran procesiones o el aleccionante sermón de Semana Santa y, también, el lugar para hacer justicia. Tanto alegrías como penas, según la dimensión que adquirían para unos o para otros los diferentes abordajes de la vida, transcurrían en la plaza, que era el espacio de todos. Su ubicación era elegida en un lugar privilegiado de la ciudad; en las cercanías se expresaban el poder y el prestigio de personas e instituciones. Allí estaban, y aún están, muchos de los principales edificios: la iglesia mayor, el cabildo, olas casas de aquellos considerados como gente muy importante.

En el Siglo XVIII se producen muchos cambios, con los nuevos aires dela Ilustración y el Virreinato; una gran cantidad de actividades que se hacían en la plaza, se desplazan a lugares cerrados y específicos. Así es como se construye una plaza de toros en "firme" en el barrio de Montserrat. Y luego, en épocas de Rivadavia, el bullicioso mercado se lleva a la ranchería situada frente a la Manzana de las Luces. A mediados de siglo, con los fuertes aires que llegan de Europa, se diseña una plaza moderna donde el vecino deja de ser el protagonista para pasar a ser fundamentalmente un espectador; aparece la plaza con senderos, estatuas, un cerco para que no entren los caballos, con árboles y "plantas de vista". Sin embargo, a esta rígida forma, muchas veces la realidad político-social de los vecinos, la hizo flexible, rescatando el original lugar de TODOS.

Entre las instituciones civiles, la de mayor trascendencia en el período colonial fue el Cabildo como responsable de la administración y defensa de la ciudad. Primero fue cabildo y luego, pasada casi una generación, en 1608, tuvo un contenedor para la institución: un simple rancho. Luego de muchos avatares en el Siglo XVIII adquiere la forma de las imágenes patrias. La institución del cabildo y su edificio tuvieron un gran protagonismo entre los dramáticos años 1806 y 1810, cuando nuestra comunidad llega a un grado de madurez, luchando y consolidando la independencia. Después de 1821, cuando se disuelve el cabildo para dar paso a nuevas formas administrativas, el viejo edificio fue destinado a otras funciones más bien secundarias. Rápidamente fue perdiendo significado como símbolo del poder y se transforma en la expresión de un tiempo superado. Con los nuevos aires de libertad se necesitaban otros espacios y otras formas, como la Sala de Representantes del Estado de Buenos Aires. Pasado el tiempo, un día se lo transforma en Palacio de la Justicia y casi en seguida se le amputan tres arcos para abrir la Avenida de Mayo. Sobrevive penosamente a varias intenciones de demolerlo. En 1938 se lo rescata para dar referencia a un pasado que ya no era vergonzante, sino una etapa de crecimiento en nuestra historia. Las circunstancias de la ciudad y el entorno del cabildo habían cambiado: avenidas, diagonales y, fundamentalmente, un intenso tránsito dan un nuevo carácter al lugar. Se buscó recomponer en lo posible su sentido simbólico, pese a su materialidad lastimada y hoy, aunque fragmentado, es uno de los referentes fundamentales para explicar nuestra memoria local y nacional.

ARQ. CARLOS MORENO
Vocal Titular
C.P.P.H.C.

Botón de enlace al libro

Libros relacionados...

Información

Este sitio es propiedad del Gobierno Municipal de Cañuelas y de la Biblioteca Popular Domingo Faustino Sarmiento.

Los derechos de las obras aquí publicadas pertenecen a cada autor / autora o a sus familiares. Se permite su difusión, reproducción o impresión, citando la fuente desde donde se obtuvieron y respetando los derechos de autor.

Contactos

Ingreso a la Biblioteca Digital:

autorxs-bd@canuelas.gob.ar

Comunicación General:

direccion-bd@canuelas.gob.ar

Correcciones:

webmaster-bd@canuelas.gob.ar

Autoridades

Gobierno Municipal de Cañuelas

Intendenta Municipal Dra. Marisa Fassi

Biblioteca Popular D. F. Sarmiento de Cañuelas

Director Prof. Juan Manuel Rizzi